Anna Schuhl

El gobierno peruano concretó el Pacto Nacional por la Madera Legal entre las partes involucradas en el sector maderero: los productores forestales, las empresas, las organizaciones indígenas, la sociedad civil y el sector financiero. Se estableció un objetivo común inédito: en 2021 el 100% de la madera producida en el Perú deberá provenir de fuentes verificadas. Los medios establecidos por lograr ese propósito fueron el fomento de la certificación forestal y la creación de nuevas sanciones.

El sector de la madera es central en el Perú como lo explicó Enrique Schwartz, asesor de la dirección ejecutiva de Serfor, "se calcula que, a nivel nacional, 200 millones de soles se mueven a través de la madera". En su gran mayoría, hoy en el Perú, esa madera es madera natural y proviene directamente de los bosques. Sin embargo, la explotación tiene muchos efectos negativos, entre ellos la desforestación. Un árbol cortado solo se vuelve a crecer después de 15 a 70 años, dependiendo de la especie.

Es por eso, que uno de los temas principales de ese pacto fue encontrar soluciones para convertir los beneficios que provienen de la madera natural por los beneficios de la madera de plantaciones. El Perú es privilegiado en ese tema puesto que tiene mucho espacio para reforestar, a diferencia de otros países como Chile.

Según Enrique Schwartz, ese compromiso tiene mucha importancia para el gobierno que involucró de manera directa a cuatro ministerios: Agricultura y Riego, Vivienda, Construcción y Saneamiento, Desarrollo e inclusión social y Producción.

Sin embargo, las soluciones propuestas tales como el fomento de las certificaciones representan un gasto importante para los que explotan la madera. Mientras que las empresas puedan pagar, no está descartado que las comunidades nativas no tengan dificultades. No obstante, Schwartz, afirmó que el gobierno tiene proyectos para ayudar a las comunidades nativas con esos problemas.